sábado, 4 de mayo de 2013

Cordero, el primer sindicalista del Valencia CF


*"Lamento que los futbolistas no gasten en cultura, pero peor me sabe que no lo haga Zaplana"

Con 50 años y tres hijas Joan Cordero es el contrapunto del deportista. Tras defender como titular en el Valencia CF (1974-1979) el futbolista de Godella fue edil por la Unidad del Pueblo Valenciano y organiza ahora els sopars literaris de l'Associació Cultural La Gatosa. Socio del Bloc, Acció Ecologista Agró y de ASINDOWN (la Fundación de Síndrome de Down de Valencia) dice que es un martirio ir con pantalón largo. 'Por suerte', todavía le seducen muchas cosas como pintar o conversar, mientras enseña esmerados álbumes familiares con fechas, ilustraciones y recortes de prensa.  Joan Cordero es recordado por un memorable marcaje a Johan Cruyff en plena transición democrática y fue el primer sindicalista del club de Mestalla. Después de leer a Joan Fuster, el futbolista empezó a ir a mítines naconalistas y acabó encabezando la lista de Unitat del Poble Valencià en Godella. El jugador se vio obligado a abandonar el Valencia por lo que pensaba.

P. ¿Es más forofo del fútbol, de la literatura o de la política?
R. Todo me da satisfacciones. Lo de la política tampoco tiene demasiada importancia entre los vecinos porque la preocupación ciudadana por los temas municipales es nula. El fútbol hace más de 20 años que lo dejé, aunque lo pasé bomba. Valencia era pequeña para nosotros. Ahora estoy entusiasmado con las tertulias. Conoces a gente muy interesante y la vida se basa en eso.
P. ¿Ex compañeros del césped intervienen en las tertulias, o los deportistas, en general, no se preocupan demasiado por la cultura?
R. Ahora no sé cómo está. Entonces se contaban con los dedos de una mano los que cursaron bachiller. Tuve la suerte que el presidente del sindicato de futbolistas era un hombre culto y me aconsejaba libros. Cuando haces viajes con el Valencia tienes mucho tiempo para leer. En el equipo estaba también Planelles, que estudiaba Historia.
P. Oiga, las altas nóminas de los futbolistas permitirán todo tipo de caprichos culturales.
R. No creo que consuman demasiado. Y a mí que los futbolistas no se gasten dinero en cultura me sabe mal, pero peor me parece que Zaplana y compañía no se los gasten. También me disgusta que un futbolista gane millones de euros, y un trabajador con una jornada diaria de 10 horas no llegue a final de mes.
P. Hablando de dinero, ¿las botas valencianas, por eso de ser de casa, se pagaban peor entonces?
R. En el Valencia que yo estaba sí. Ya sabes, 'qué valenciano que eres' y la palmadita en la espalda, aunque el sueldo siempre por detrás del extranjero. Hasta Claramunt. Cada año me costaba más renovar. Al Valencia siempre le ha faltado cariño con los jugadores.
P. Después del Valencia vino el batacazo del Burgos.
R. Sí. Fiché por dos temporadas, pero como no me pagaron la primera, denuncié, me abonaron y me apartaron del equipo.
P. Y a servir en la barra de su propio bar en Godella.
R. Con otro ex futbolista y mi mujer Heidi, que se topó con las sartenes, meses después de casarse con un futbolista.
P. ¿Por qué lo traspasaron?
R. Por motivos personales. Tuvimos una hija con síndrome de Down. Estuve en el parto, y ni siquiera sabía qué era esa enfermedad, cuando me lo comunicó el médico. Había mucha desinformación. A nuestra hija sólo le hablamos en castellano, porque una psicóloga en televisión dijo que a esos niños se les debía educar en una lengua. Menos mal que descubrimos que era falso y mi hija habla además valenciano y alemán. Heidi es suiza. Ambos estuvimos en el primer grupo de ASINDOWN.
P. ¿En todos los terrenos le ha tocado estar a las duras?
R. Sí. En la política me tocó la posición más antipática porque tienes que explicar que te opones al equipo de gobierno o denunciar la falta de democracia.
P. ¿Y qué tal en la Asociación de padres y madres del colegio de sus hijas?
R. Lo pasamos muy bien. Coincidí con mi amigo Boro y organizamos los sábados 'verdes y rojos', dedicados a la reforestación. Con Boro también hice un cursillo de clown en la Escalante.
P. ¿Es socio del Valencia?
R. No. Tengo poca vinculación. He entrenado al Godella, al Pedralba y al Rocafort. El fútbol me gusta, pero me desagrada que se haya convertido en lo principal. Los presidentes y el rey siguen a los equipos y los jugadores parecen estrellas de cine en la presentación. Antes sólo hablaba el presidente, el entrenador y el capitán. Además de oficiarse una misa, eso sí.

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